BULLDOG FRANCÉS

El Bulldog Francés es actualmente, un perro muy popular entre muchas familias. De hecho, es adecuado para prácticamente todo el mundo: jóvenes y menos jóvenes, personas con niños o sin. De temperamento jovial y alegre, el Bulldog Francés ilumina cualquier hogar con su presencia.

Un poco de historia

La raza Bulldog Francés, tal como la conocemos hoy en día, apareció en el siglo XIX. Pero sus antepasados ​​son mucho más antiguos y habrían aparecido en el siglo V aC, en Asiria. Utilizado para la caza y el combate, fue conquistando el oeste poco a poco y fue apodado a la vez el Peleón de Bretaña y el Moloso de Epiro. 

La historia de nuestro Bulldog Francés actual comienza, por su parte, en la década de 1850, tras la prohibición de las peleas de perros en Gran Bretaña. Los Bull Terriers, importados a Francia por trabajadores ingleses, se cruzaron con ratoneros. Poco a poco, estos cruces fueron dando lugar al Bulldog Francés, que rápidamente se ganó el favor de los ricos burgueses parisinos, mientras que su antepasado había sido utilizado por los carniceros de La Villette o Les Halles. Varias celebridades son conocidas por su amor a esta raza: Joséphine Baker, Yves Saint-Laurent o incluso Colette. El Bulldog Francés ha experimentado una gran explosión de popularidad desde los años 2000.

La raza fue definitivamente reconocida por la Federación Cinológica Internacional (FCI) en 1954.

Características físicas del Bulldog Francés

El Bulldog Francés es un perro pequeño, de tipo moloso. Hay una ligera diferencia entre machos y hembras. El macho mide entre 30 y 35 cm a la cruz y pesa entre 8 y 14 kg. La hembra mide entre 29 y 34 cm a la cruz y pesa entre 7 y 12 kg. Su físico se caracteriza por su hocico aplastado.

El Bulldog Francés pertenece al grupo 9 de la FCI: perros de compañía. Lleva el número 101.

Cuerpo: pequeño y compacto, con espalda ancha y musculada, grupa bien inclinada y pecho cilíndrico.

Cabeza: es de tipo braquicéfalo, con el hocico chato. De forma cuadrada, la cabeza es ancha, con pliegues y arrugas.

Orejas: las orejas son rectas, llamadas en forma de murciélago. De inserción alta.

Ojos: protuberantes, son de color oscuro.

Cola: la cola del Bulldog Francés es corta y puntiaguda.

Pelaje: el pelo es corto, apretado y denso. 

Color: el Bulldog Francés puede ser leonado, blanco, negro o azul. También existen variaciones y mezclas (atigrado, etc.)

Carácter del Bulldog Francés

El Bulldog Francés es conocido por su carácter afable y divertido. Es un perro que tiene cierta tendencia a hacer el payaso y al que le gusta divertir a la galería. Alegre y juguetón, también es particularmente dócil y nunca se mostrará agresivo, ya sea con niños, otros perros u otras mascotas. Es un perro tranquilo y poco atlético, que prefiere las siestas en el sofá a las largas salidas. Está muy apegado a su amo y no le gusta demasiado quedarse solo.

Comportamiento del Bulldog Francés

El Bulldog Francés es un perro básicamente bonachón, sin un ápice de agresividad. Por lo tanto, no tendrá problemas para llevarse bien con todo el mundo. No es un perro guardián, ni un perro de caza. No desconfía de los desconocidos y no representará ningún peligro para otras mascotas, como gatos o animales exóticos.

Compatibilidad del Bulldog Francés

Un perro de raza Bulldog Francés es ideal para familias con niños, pero también para personas mayores menos activas. Es sobre todo un perro de compañía. Si buscas una raza más deportista, elige otro perro. Al Bulldog Francés no le gusta mucho el ejercicio y no es de naturaleza atlética. En cualquier caso, tampoco tiene la capacidad de hacer mucho deporte. Si le exiges demasiado físicamente hablando, podría tener graves consecuencias para la salud de tu perro.

Salud del Bulldog Francés

La esperanza de vida media de un Bulldog Francés se sitúa entre los 9 y los 11 años. Es poco para un perro de raza pequeña, que normalmente viven más que los perros grandes. El Bulldog Francés es una raza muy popular. A veces afectada por el hipertipado, se la ha cruzado mucho para acentuar sus particulares características físicas. Desafortunadamente, esto también significa que la raza se ve afectada por varios problemas. Como todas las razas de perros braquicéfalos, el Bulldog Francés suele ser propenso a tener problemas respiratorios debido a su hocico muy corto. También es un perro muy sensible al calor: un golpe de calor puede ser fatal. Por tanto, hay que velar por su bienestar cuando las temperaturas empiezan a subir y evitar sacarlo durante las horas más calurosas del día.

Entorno del Bulldog Francés

El Bulldog Francés es un perro que se adapta perfectamente a la vida en un apartamento. No necesita pasear durante mucho tiempo y prefiere descansar con su dueño en lugar de pasar horas corriendo. Aunque necesita que lo saquen, como todos los perros, se contentará con un paseo relativamente corto para estirar las patas, así como alguna salida corta para hacer sus necesidades. El Bulldog Francés ladra poco, lo cual es bastante buena noticia para evitar conflictos vecinales. Se acostumbra perfectamente a la vida en la ciudad, pero, por supuesto, también puede vivir en una casa grande en el campo.

Educación del Bulldog Francés

No te dejes engañar por su pequeño tamaño. El Bulldog Francés no es tan fácil de educar como podrías pensar. A veces terco y desobediente, el Bulldog Francés necesita un dueño con una autoridad natural, pero que nunca sea violento con él. Ten en cuenta este simple dicho: puño de hierro en guante de seda. Empieza a adiestrar a tu cachorro temprano, al llegar a casa a los dos meses de edad. Aunque estás de suerte, porque a pesar de estas pequeñas peculiaridades, al Bulldog Francés le encanta aprender. Estará dispuesto a complacerte. También recuerda socializar a tu cachorro haciendo que viva experiencias positivas con otros perros, otros animales y otras personas.

Alimentación: cómo alimentar al Bulldog Francés

Tómate el tiempo de elegir la dieta adecuada para tu Bulldog Francés, porque el contenido de su comedero tendrá un impacto directo en su salud. No solo debes elegir una comida (pienso o paté) que satisfaga todas las necesidades nutricionales de tu perro, sino que también debes comprobar que este alimento sea de alta calidad, elaborado con ingredientes premium. Verifica la composición leyendo las etiquetas y presta especial atención a las proteínas, que en su mayoría deben ser de origen animal. El perro no deja de ser un carnívoro, que necesita carne para mantenerse sano. Cuidado con la comida para perros que venden en los supermercados y grandes almacenes. Es de mala calidad y rara vez se adapta a las necesidades de tu perrito. También recuerda que la dieta irá cambiando con el tiempo. No es lo mismo la comida para cachorros que para perros mayores o esterilizados. No dudes en utilizar complementos alimenticios siguiendo el consejo de tu veterinario. Algunos son excelentes y te permiten atacar problemas específicos.

Si la comida industrial no te gusta, tranquilo. Si tienes tiempo y dinero, puedes cocinar tú mismo la comida para tu Bulldog Francés. Tienes dos opciones: la comida casera y la dieta BARF. Si optas por la comida casera, alimentarás a tu perro con carne y verduras cocidas. Si eliges el BARF, prepararás su comida a base de carne cruda y verduras cocidas. Pero antes de embarcarte en dietas de este tipo, pide siempre consejo a tu veterinario.

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Cuidados y aseo del Bulldog Francés

  • Vacunas: 50 a 80 euros al año

  • Alimentación: 40 a 70 euros al mes

  • Presupuesto mensual: entre 50 y 70 euros

Los cuidados del Bulldog Francés no requieren mucha dedicación. Su pelo corto solo necesita de uno a dos cepillados por semana en períodos normales, y un cepillado diario durante las temporadas de muda, en primavera y otoño. Uno o dos baños al año también son suficientes, a menos que tu perro esté muy sucio o huela mal. Elige siempre los productos adecuados (cepillo, champú para perros) para evitar accidentes. Completa estos cuidados básicos cepillándole los dientes con regularidad, cortándole las uñas y limpiándole ojos y oídos, partes delicadas del Bulldog Francés. Por último, no olvides hacerle un buen seguimiento veterinario y administrarle los desparasitantes, vacunas y antiparasitarios, así como llevarlo a visitas periódicas.

Precio del Bulldog Francés 

El precio de un Bulldog Francés en España es de entre 1000 y 1500 euros. El rango de precios es relativamente amplio por varias razones. En primer lugar, el Bulldog Francés sigue siendo una raza bastante popular. Por tanto, la demanda es mucho mayor que la oferta, lo que permite un mayor margen de maniobra para los criadores. Tampoco es raro que los criaderos cobren precios más altos si el perro está destinado a la cría o exposición, o si es un Bulldog Francés con pedigree que desciende de una línea de campeones. No todo el mundo puede permitirse el lujo de comprar un Bulldog Francés cachorro de pura raza, pero aun así evita buscar anuncios de particulares en internet. A diferencia de los criaderos de Bulldog Francés oficiales, aquí no tienes la garantía de que el perro esté en buen estado de salud y de que sus padres hayan sido examinados para detectar problemas genéticos y hereditarios. En lugar de ello, para adoptar un Bulldog Francés, dirígete a asociaciones y protectoras de animales, que ofrecen tarifas de adopción muy bajas. Contrariamente a la creencia popular, es totalmente posible encontrar perros de raza pura en las protectoras.

Sueño del Bulldog Francés

El Bulldog Francés no debería dormir afuera bajo ningún concepto. Es básicamente un perro de interior. Aunque le compres una caseta para perros adecuada, hacerlo dormir en el exterior presenta varios peligros. En primer lugar, el Bulldog Francés es sensible al frío y al calor. Además, podría tener problemas con gatos callejeros, probablemente tan grandes como él. Finalmente, aumenta el riesgo de que te roben tu perrito por la noche. Por todo ello, hazlo dormir en casa, en una cama para Bulldog Francés.

Juegos y actividades físicas para el Bulldog Francés

Aunque no sea muy resistente, el Bulldog Francés no deja de ser un perro juguetón y jovial, por lo que necesita divertirse. Sin embargo, limita al máximo las sesiones de juego para no agotarlo, especialmente cuando hace calor. El Bulldog Francés tampoco es apto para actividades caninas como agility o canicross. Cómprale juguetes, como puzzles, rompecabezas para perros o pelotas, asegurándote de elegirlos resistentes para que no los rompa y luego se trague los trozos pequeños. Los juguetes también son una excelente manera de mantener ocupado a tu perrito mientras tú estás fuera; así evitarás que se aburra.

Seguro: protege a tu Bulldog Francés

El Bulldog Francés no es un perro potencialmente peligroso (PPP), así que en la mayor parte del territorio español no necesitas contratar un seguro para él. En términos generales, tu perro normalmente está cubierto por tu seguro de responsabilidad civil, que cubre a todos los miembros de tu hogar, incluidos los niños y las mascotas. Este tipo de seguro a menudo se incluye en el seguro integral del hogar. Verifica tu contrato. Este seguro te permite recibir un reembolso si tu perrito, por pequeño que sea, causa daños personales o materiales a terceros. En cambio, no se te reembolsaría si fuera tu perro el que sufriera los daños. En este caso, se debe utilizar el seguro de la persona responsable. Puedes contratar un seguro adicional, llamado seguro de responsabilidad civil privada. Antes de firmar cualquier póliza, estudia detenidamente las cláusulas de exclusión, los límites de reembolso, así como los períodos de carencia.

Al igual que el seguro, la mutua para Bulldog Francés tampoco es obligatoria. Este tipo de mutuas para perros funcionan de la misma manera que las nuestras. Mediante cotizaciones, se te reembolsa una cierta cantidad de los gastos veterinarios incurridos. Muchos propietarios no contratan un seguro para perros, pero en España los costes veterinarios no están regulados, lo que puede llevarte a tener que afrontar facturas exorbitantes. Muchos propietarios no pueden pagarlas y se ven obligados a renunciar a que sus animales sean tratados. Para evitar tener que tomar tal decisión, considera suscribirte a una mutua para perros. Puedes acudir a compañías generalistas o a una aseguradora especializada. En todos los casos, consulta las cláusulas de exclusión, los períodos de carencia y los límites de reembolso. La mayoría de las mutuas se niegan a asegurar a perros demasiado mayores o que ya están enfermos. Tampoco cubren enfermedades hereditarias o genéticas. Infórmate antes de decidirte, pero tampoco esperes demasiado.