LAS NECESIDADES NUTRICIONALES DE LOS PERROS

¡Gran pregunta! Ya sean grandes, enanos, de pelo largo o de pelo corto, ¿nuestros perros muestran las mismas necesidades nutricionales y energéticas? La respuesta es sí... y no, ¡por varias razones! Aunque todos son de la misma especie, nuestros perros son de diferentes razas, tienen distintas fisiologías y necesidades. Por lo tanto, no alimentaremos a un Chihuahua de la misma manera que a un Malamute... puede parecer obvio, ¡pero la necesaria adaptación y conocimiento de las necesidades nutricionales específicas de cada uno es más sutil que una simple diferencia de dosis!

Sí, todos tienen las mismas necesidades nutricionales...

Chihuahua, Malamute, Teckel, Labrador, Jack Russell, Bull Terrier... Efectivamente tienen una "pinta" muy diferente, pero TODOS son perros. Todos tienen en común un antepasado, su primo cercano, el lobo gris o Canis Lupus, del que constituyen una subespecie (Canis familiaris) y del que se han ido separando paulatinamente en 20.000 años de evolución genética y domesticación.

¿Quiénes son nuestros perros? Todos son, sin excepción, los llamados carnívoros oportunistas. Independientemente de su raza, tamaño, color o forma de su hocico, muestran las mismas necesidades nutricionales en macronutrientes (proteínas/ácidos grasos/minerales) y micronutrientes (vitaminas, oligoelementos).

Aunque todos tienen morfologías diferentes, nuestros perros tienen un rasgo de comportamiento especialmente interesante: todos tienen el mismo modo de comunicación y saben reconocerse entre sí. Aunque su físico, incluso su pelaje, a veces puede ser tan diferente que dificulta más o menos ciertos movimientos o el reconocimiento de estos (como el bamboleo de la cola, la dirección de la mirada...), saben adaptarse maravillosamente para ser comprendidos.

… bueno… ¡no del todo!

Sí, nuestros perros pertenecen a la misma especie. Sin embargo, dentro de las casi 400 razas de cánidos domésticos que existen en la actualidad, las diferencias fisiológicas son obvias y las necesidades nutricionales derivan de ellas.

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Qué hace que las necesidades nutricionales sean diferentes

👉 El tamaño

Es bien sabido: los perros pequeños no tienen las mismas necesidades nutricionales ni energéticas que los perros grandes. Cuanto más grande sea el animal, más requisitos energéticos tendrá y deberá comer en consecuencia para satisfacerlos. Evidentemente, las cosas no son tan sencillas.

La fórmula para estimar el requerimiento energético del perro está ligada no solo a su peso “adulto” (inferior o superior a 9 kg aproximadamente), sino también a características que le son propias, como su edad, su grado de actividad física, su raza, su entorno de vida, su temperamento (más o menos estresado, tranquilo, etc.). Y no hablemos de las diferencias en el tamaño del sistema digestivo, que de hecho influyen en las capacidades digestivas del animal.

Para satisfacer sus necesidades nutricionales, un perro pequeño a menudo necesitará alimentos más ricos y concentrados, ya que el tamaño de su estómago y su capacidad digestiva son más limitados. Por el contrario, un perro grande deberá recibir alimentos que sean lo más digeribles posible, permaneciendo más tiempo en su sistema digestivo, mucho más grande.

👉 La raza

A falta de pruebas científicas, muchos expertos (veterinarios, nutricionistas, criadores) consideran que los perros de razas denominadas "primitivas" como el Husky Siberiano o el Malamute de Alaska, al haber evolucionado en entornos hostiles, han adquirido la capacidad de gastar menos calorías que otras razas de perros. Dependiendo de su linaje (trabajo o exposición) y de sus condiciones de vida: en ocasiones pueden tener necesidades muy diferentes o incluso reducidas, sobre todo los perros que son simplemente "de compañía".

Pasa exactamente lo mismo con los Labradores y otros Retrievers, debido a su selección para cazar en marismas y ríos: procesan y almacenan sus comidas magníficamente. Además, como todo el mundo sabe, son muy golosos... Por eso tienen todos los ingredientes para sufrir fácilmente sobrepeso. Por tanto, es necesario prestar más atención, pero de nuevo depende de las características de cada individuo, de su nivel de actividad física e incluso de su linaje.

¡Las variaciones en las necesidades nutricionales y energéticas afectan a casi cincuenta razas de perros! Depende de ti conocer bien el tuyo.

👉 El pelaje

Increíble, ¿no? El color y la longitud del pelo influyen especialmente en los requisitos de ciertos aminoácidos.

El pelo está compuesto casi en su totalidad por proteínas en forma de queratina, que a su vez se compone principalmente de aminoácidos azufrados, principalmente cisteína. Si la alimentación de tu perro no es lo suficientemente alta en proteínas de calidad o lo suficientemente digeribles, tu mascota puede perder pelo o éste puede volverse seco, débil y quebradizo. Se sospecha cada vez más que los animales de pelaje largo, con un subpelo denso, tienen mayores necesidades nutricionales, especialmente de proteínas, que los perros de pelo corto.

Los defectos de pigmento también pueden estar relacionados con la alimentación. No hablamos, como a menudo se cree erróneamente, ¡de que las zanahorias o las remolachas tiñan el pelo! La despigmentación, en particular en perros y gatos con pelaje oscuro (por ejemplo, el enrojecimiento del pelo negro o el aclaramiento de los pelajes rojos) está relacionada sobre todo con la falta de ingesta de ciertos aminoácidos: fenilalanina y tirosina. El trabajo realizado con cachorros de Terranova y con cachorros de Labrador negro (Busch-Kschiewan & al, 2004) muestra que en la especie canina, los niveles de fenilalanina y tirosina necesarios para garantizar una pigmentación óptima del pelaje negro son más de 2 veces superiores a los requisitos mínimos para asegurar un crecimiento óptimo.

👉 Las características individuales

Todos los perros son perros, pero cada uno de ellos es un individuo por derecho propio... ¡por lo tanto son diversos y diferentes! Sus requisitos energéticos y por tanto sus necesidades nutricionales variarán necesariamente según su tamaño, su actividad, su estilo de vida, su carácter, sus patologías... e incluso sus sensibilidades. Todos ellos criterios que determinan qué productos podrán comer y en qué cantidad.

Así, para satisfacer sus necesidades nutricionales, los cachorros en crecimiento necesitan más proteínas y energía que los perros adultos. Pero tienen capacidades digestivas mucho más limitadas, por lo que necesitarán un alimento rico y de fácil digestión. También debemos tener cuidado con los minerales: sus necesidades nutricionales de minerales son mayores que las de los adultos, pero un exceso puede causar problemas articulares.

En función de su tamaño una vez adulto, su crecimiento será más o menos largo, y se realizará más o menos progresivamente. Mientras que nuestro Chihuahua alcanza su tamaño adulto alrededor de los 4-5 meses, nuestro Malamute de Alaska no lo alcanzará antes de los 10-12 meses, y tardará unos meses más en terminar su desarrollo, especialmente muscular.

Los perros senior también tienen mayores necesidades nutricionales de proteínas que los perros adultos, pero sus requisitos de minerales son mucho menores (especialmente en fósforo) y necesitan recibir más antioxidantes y fibra para estimular, por ejemplo, su sistema digestivo.

Ciertas sensibilidades también influirán en la elección de los ingredientes... sin siquiera mencionar las patologías, que siguen siendo un tema complejo.

El caso particular de la tolerancia al almidón

Al haber evolucionado junto a nosotros durante miles de años, hemos seleccionado a los individuos más capaces de digerir las sobras de nuestras comidas, especialmente el almidón de los cereales/patatas y guisantes. Esto ha contribuido a su supervivencia junto a nosotros. Pero estas capacidades son diferentes y varían mucho de un perro a otro. Así, no todos soportan la misma cantidad de almidón contenida en el pienso: unos toleran más, otros toleran mucho menos. Y aquellos que lo toleran menos a menudo se describen como "sensibles".

Esto está relacionado en parte con el lugar de origen de cada raza y con los hábitos alimenticios de los humanos con los que conviven desde hace siglos. Las poblaciones humanas de Europa y Japón, al tener raciones alimentarias básicas más ricas en almidón, han dado lugar a razas de perros con capacidades digestivas de procesamiento de almidón más desarrolladas, en particular gracias a una actividad de su amilasa genéticamente mayor.

A diferencia del Samoyedo, por ejemplo, que es una antigua raza de perros, que desciende de animales de pastores y cazadores en Siberia. Y esto repercute todavía hoy en día en los alimentos que logran procesar mejor o peor.

¡Pero estas capacidades también son únicas para cada individuo! Dos perros de la misma raza pueden tener capacidades digestivas del almidón muy diferentes, y mayores o menores dependiendo de su edad, pero también de sus propios hábitos. Los factores individuales influyen en más de la mitad de la capacidad de procesamiento del almidón... ¡tanto como la genética!

¿Sabías que...?

Tras restablecer un equilibrio para satisfacer las necesidades nutricionales de tu perro, que mantendrá su organismo saludable, sin duda observarás alguno de los principales cambios: la formación de heces oscuras, menos abundantes, flexibles (sin diarrea), de 1 a 3 veces al día para los perros y de 1 a 2 veces al día o una vez cada 2 días para los gatos.

Sin embargo, una vez más, ¡no todos los perros son iguales en lo que a la duración de su tránsito intestinal respecta!

Morfológica y fisiológicamente, el sistema digestivo del perro varía según su tamaño. El tiempo de tránsito en el intestino grueso es de 40 horas en un perro muy grande y de menos de 24 horas en un perro pequeño. Cuanto más dura el tránsito, menos "agradable" es la consistencia de las heces... De ahí el interés por elegir alimentos de excelente calidad para satisfacer sus necesidades nutricionales: con una alta digestibilidad de los macronutrientes y una cocción respetuosa con las materias primas y sus especificidades.

Ante todo… ¡no olvides hacerlo feliz!

Este es un punto tan importante como los demás: ¡nuestros perros también tienen gustos personales y preferencias alimentarias! Son nuestros compañeros de vida, individuos que tienen alma, una historia, una experiencia que influirá en lo que les gustará comer más o menos.

¡Y hay que tenerlo en cuenta, para su propia satisfacción! Nuestros perros ya sufren muchas cosas por nosotros: nuestras ausencias, nuestro ritmo de vida, los lugares para pasear, incluso las interacciones con otros perros. Casi todo en su vida es "elegido", incluso impuesto. Como seres conscientes, tener que seguir, no tener elección, puede ser una fuente de estrés más o menos importante. Y ocurre exactamente lo mismo con el contenido del comedero.

Por tanto, lo que cuenta en la alimentación es que la comida sea de calidad, completa, equilibrada, adaptada y bien dosificada para que cumpla sus necesidades nutricionales... ¡pero sobre todo que se la coma! Y si es posible, que le brinde placer y alegría a tu perro.

PUBLICADO EL 11/12/2020 - HECTOR KITCHEN, TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

Por el equipo médico y científico Hector Kitchen

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