¿CÓMO ADIESTRAR A UN LABRADOR?

El Labrador tiene fama de ser un perro fácil de adiestrar. ¿Está esto justificado? ¿Cómo podemos asegurarnos de educarlo correctamente? Descubre las respuestas a todas estas preguntas en nuestro artículo. 

¿Es fácil el adiestramiento de un Labrador?

Es innegable. Algunas razas son más difíciles de educar que otras debido a su carácter. Los perros de tipo primitivo o Spitz, como el Shiba Inu, o de fuerte carácter, como el Cane Corso, no son fáciles de manejar y requieren una base sólida de educación canina. El Labrador, por su parte, es conocido por ser un perro ideal en lo que a adiestramiento se refiere. Eso no significa que no necesite aprender, al contrario, pero tiene fama de ser receptivo y estar dispuesto a aprender con gusto gracias a su carácter dócil y cariñoso. 

¿Cómo educar a un Labrador cachorro?

Ojo: el adiestramiento del Labrador es potencialmente accesible, pero no hay que dejar de lado su educación con el pretexto de que es un perro bonachón y con buen carácter que aprende fácilmente. No cometas ese error. No olvides que el tamaño del Labrador adulto es imponente y que este perro, como cualquier otro, puede causar daños si su dueño no es capaz de dominarlo.

Empieza a educar a tu perrito en cuanto llegue a casa. Esta educación debe ser firme, pero nunca violenta. Muéstrate amable y nunca levantes la voz, y mucho menos la mano. Llamado antiguamente “adiestramiento”, la educación canina actual se basa en un enfoque positivo. Es preferible incentivar los buenos comportamientos que castigar los malos. El castigo debe evitarse. Puedes utilizarlo como último recurso, pero nunca debe ser físico. Por ejemplo, quítale un juguete a tu Labrador o interrumpe una sesión de juegos. Pero no le pegues ni le grites. Te arriesgarías a estropear la relación de confianza que tienes con tu perrito. 

¡PRUÉBANOS!

30 días de pienso a

-50%

Entregado en tu casa. Sin compromiso

¿Cuáles son las bases en la educación de un Labrador?

Para educar correctamente a un Labrador, tienes que tener en cuenta tres grandes principios: paciencia, constancia y coherencia. 

La paciencia es una virtud esencial para adiestrar a un perro, sea cual sea su raza. Evidentemente, no puedes esperar que tu Labrador cachorro retenga todo enseguida. Muéstrate indulgente y déjale tiempo para aprender bien cada orden antes de pasar a la siguiente. Es totalmente inútil abrumar a un perro con un montón de órdenes a la vez. Simplemente no las recordaría y podría confundirlas. 

La constancia es otro pilar de la educación canina. Solo la repetición en el tiempo te permitirá obtener resultados satisfactorios. Tómate un cuarto de hora al día para repetir, una y otra vez, hasta que haya asimilado perfectamente el ejercicio. 

Por último, ¡sé coherente! Es primordial, porque sin esto el perro podría no saber lo que esperas de él. Mientras estés estableciendo las reglas, evita cambiarlas sin ton ni son. Prohíbele desde cachorro lo que quieras prohibirle de adulto.

Utiliza premios y juegos

El Labrador es un perro goloso, que nunca dirá no a una chuche. Puedes aprovechar y usar premios para enseñarle nuevas órdenes o perfeccionar las antiguas. Pero cuidado de no abusar, porque los Labradores son propensos a la obesidad, ¡lo cual puede afectar a su salud

Este perrito también tiene mucha energía y disfrutará jugando contigo a la mínima ocasión. Después de jugar es un momento ideal para enseñarle algunas órdenes. 

¿Se puede adiestrar a un Labrador adulto?

Todos los perros pueden aprender, y a cualquier edad. Simplemente hay que tener en cuenta que el enfoque educativo de un perro adulto no será el mismo que para un cachorro. Los perros adultos tienen un pasado que a veces ha sido difícil, con traumas. Otros han aprendido malos hábitos de los que cuesta deshacerse. Sé muy paciente con ellos, y no dudes en ponerte en contacto con un adiestrador o educador canino para que te ayude. 

Labrador: entrenamiento básico 

Algunas órdenes son fundamentales, porque te permitirán indirectamente mantener a tu perro sano y facilitar vuestra vida cotidiana. Pero también te ayudan a protegerlo. Aquí tienes dos órdenes indispensables:

  • La llamada: es absolutamente esencial. Aunque el Labrador no es un perro perdiguero o un sabueso, no deja de ser un perro de caza. Normalmente no tiene tendencia a escaparse, pero podría hacerlo en un descuido. Por eso tienes que poder llamarlo y que acuda a ti inmediatamente, para impedir que se aleje. Un perro que divaga en la vía pública puede causar daños, que deberías pagar. Considera contratar un seguro para tu Labrador

  • Andar con correa: tu perro no tiene que tirar ni hacer eses delante de ti. Esto es aún más cierto si vives en una ciudad, donde hay muchos más peligros que en el campo. Escaparse de repente podría costarle la vida si lo atropellan.