¿CUÁL ES LA ESPERANZA DE VIDA DE UN LABRADOR?

¿Cuánto vive un Labrador?

La esperanza de vida media del Labrador es de entre 10 y 12 años. Es una esperanza de vida bastante correcta, en línea con otras razas de perros del mismo tipo y tamaño, como el Golden Retriever o el Flat Coated Retriever. Por supuesto, esto es solo una cifra a título orientativo. En realidad, tu perro puede vivir más tiempo. Desafortunadamente, también puede morir antes, porque nunca está a salvo de accidentes o enfermedades, como el cáncer. Considera la posibilidad de contratar una mutua para tu Labrador, así te será más fácil afrontar los posibles gastos veterinarios. 

Relación entre la esperanza de vida del Labrador y el color de su pelaje

Según un estudio británico realizado sobre 33.000 Labradores, parece que el color del pelaje influye en la esperanza de vida del Labrador. Según este estudio, los Labradores que no son de color chocolate vivirían más tiempo que los Labradores chocolate. De hecho, el gen responsable de este color es recesivo: por lo tanto, existe un riesgo cuando se reproducen Labradores chocolate entre ellos para conservarlo. El Labrador chocolate sería mucho más propenso a la otitis y los problemas de piel.

¿Cómo alargar la esperanza de vida de mi Labrador?

Sin embargo, siempre puedes hacer todo lo que esté en tu mano para alargar la esperanza de vida de tu Labrador. Solo tienes que tomar ciertas precauciones.

Alimentación

La comida de tu bolita de pelo es fundamental para su bienestar físico. Elige un pienso o un paté de calidad, elaborados principalmente con proteínas animales premium. El perro es un carnívoro oportunista. Aunque existen proteínas de origen vegetal de calidad, no satisfacen todas las necesidades nutricionales del Labrador. Lee siempre las etiquetas de los productos antes de comprarlos y presta mucha atención al contenido de cenizas (tiene que ser de menos del 9%), así como a la presencia de aditivos o conservantes. La dieta del perro tiene que evolucionar con él, o sea que no comerá lo mismo un Labrador cachorro que un perro mayor.

Educación 

La educación de tu Labrador ayuda indirectamente a proteger a tu perro. ¿Cómo? Pues tan fácil como que, gracias a un buen adiestramiento, se pueden prevenir accidentes. La orden esencial (y esto vale para todos los perros) es la llamada. Debes empezar a enseñar a tu perro a venir cuando le llames en cuanto llegue a casa.

Cuidados veterinarios

Los cuidados del Labrador también pasan por brindarle todos los cuidados necesarios, comenzando por las vacunas, antiparasitarios contra pulgas y garrapatas, así como desparasitaciones. El seguimiento veterinario debe ser regular, sobre todo cuando el perro empieza a envejecer o si utilizas a tu Labrador como perro de caza: lógicamente, al estar en contacto con animales salvajes, estará más expuesto a contraer enfermedades.

Ejercicio físico

El Labrador es un perro grande, que tiene una masa muscular que mantener. Por lo tanto, tiene que poder hacer ejercicio regularmente mediante un paseo largo al día, así como actividades regulares. No dudes en llevar a tu compañero de cuatro patas a correr contigo si te gusta el running. También te seguirá encantado si vas en bicicleta. Cómprale juguetes para que se entretenga cuando tú no estés, ¡especialmente si vives en un piso!

Enfermedades del Labrador

Aunque goza de una salud bastante buena, el Labrador no se salva de algunos problemas. Es muy importante que los conozcas para saber qué hacer llegado el momento. 

Obesidad

Este es uno de los grandes problemas de salud del Labrador. De hecho, esta raza es conocida por coger peso fácilmente, y su carácter glotón no ayuda en absoluto. Por eso es tan importante tener mucho cuidado con su alimentación y respetar las cantidades de comida, sin pasarse con las chuches (aunque serán un gran aliado para ayudarte a educar a tu Labrador).

Displasia de cadera o de codo

Desafortunadamente, la displasia de cadera o codo es un problema de las articulaciones que afecta a varias razas de perros, incluido el Labrador. La displasia de cadera afecta a los miembros posteriores, mientras que la displasia de codo afecta a los miembros anteriores. En ambos casos, los huesos encajan mal dentro de sus respectivas cavidades, lo cual provoca problemas de movilidad o incluso cojera en los casos más graves. A veces es necesario operar. En la gran mayoría de casos, la displasia es hereditaria. Por eso, antes de adoptar un Labrador, es importante que te asegures de que el criador haya realizado las pruebas necesarias a los padres ​​de los cachorros. Cualquier buen criadero de Labrador lo hará.

Atrofia progresiva de retina

Se caracteriza por la degeneración progresiva de la retina, que en última instancia conduce a una pérdida progresiva de la visión, ceguera nocturna y luego total. Desgraciadamente, no tiene cura. El perro no sufre, pero tendrás que hacer algunos ajustes para que su vida diaria sea más fácil.

Cataratas

Se trata de una opacificación progresiva del cristalino. También puede provocar ceguera. Sin embargo, se puede tratar quirúrgicamente. Puede ser hereditaria o adquirida.

Epilepsia

El Labrador es propenso a la epilepsia, cuyas causas se desconocen.  La enfermedad se caracteriza por crisis de convulsiones y/o pérdida del conocimiento que pueden durar unos segundos o unos minutos. Existen tratamientos para limitar las crisis.