LABRADOR 

El Labrador Retriever, o Labrador, es uno de los perros más populares del mundo. Muy versátil, es a la vez un perro de caza, un perro de salvamento, un perro de asistencia o, simplemente, un perro de compañía. 

Un poco de historia

Cuenta la leyenda que el Labrador nació de un cruce entre un Terranova y una nutria. De hecho, el Labrador Retriever desciende del perro de aguas de San Juan, originario de la ciudad de San Juan de Terranova, Canadá. Lo utilizaban en los barcos de pesca para ayudar a los marineros a pescar. Estos perros de Terranova, muy probablemente cruzados con perros de Castro Laboreiro, fueron exportados a Inglaterra a principios del siglo XIX. Es finalmente el conde inglés de Malmesbury quien da el nombre de Labrador a este perro procedente de Canadá, cruzado con perros de caza ingleses a lo largo del siglo XIX y principios del XX, período en que se fija la raza. El Labrador llegó muy temprano a Europa, concretamente a Francia, en 1896. 

La raza fue definitivamente reconocida por la Federación Cinológica Internacional (FCI) en 1954.

Características físicas del Labrador

El físico del Labrador lo convierte en un perro grande, de un tamaño cercano al de sus primos Golden Retriever y Flat Coated Retriever. Hay una diferencia entre machos y hembras. El macho mide entre 54 y 61 cm a la cruz y pesa entre 30 y 35 kg. La hembra mide entre 52 y 56 cm a la cruz y pesa entre 28 y 33 kg.

El Labrador pertenece al grupo 8 de la FCI: perros cobradores de caza, perros levantadores de caza, perros de agua. Lleva el número 122.

Cuerpo: el cuerpo del Labrador Retriever está bien construido, con una espalda nivelada. El pecho es profundo, con costillas arqueadas. El lomo es corto y fuerte.

Cabeza: la cabeza es ancha, con un stop bien marcado. El cuello y las mandíbulas son fuertes y poderosos. El hocico es recto, la trufa ancha.

Orejas: colgantes, de inserción bien hacia atrás. Son de tamaño mediano.

Ojos: almendrados, de tamaño mediano, presentan un color marrón o avellana.

Cola: la cola del Labrador es gruesa, de longitud media, con un pelaje igualmente grueso. Es más delgada hacia la punta.

Pelaje: el pelo es corto y grueso, muy pegado. Ofrece una buena protección contra las intemperies.

Color: los diferentes estándares, incluido el de la Real Sociedad Canina de España (RSCE) y el Libro de Orígenes Español (LOE), generalmente aceptan tres colores: amarillo, negro y chocolate.

Carácter del Labrador

El carácter del Labrador lo hizo famoso alrededor del mundo y ha contribuido en gran medida a su popularidad, que se mantiene desde hace décadas. Es un perro dócil, cariñoso y leal. Inteligente y juguetón, es un excelente compañero de juegos para los niños. El Labrador es conocido por ser muy inteligente y decidido, sin llegar a ser terco. Es un formidable perro de asistencia y salvamento, muy utilizado como perro guía para ciegos.

Comportamiento del Labrador

La raza Labrador es muy sociable, y nunca se muestra agresiva. Se lleva bien con otros perros y puede convivir sin problemas con otras mascotas, como gatos o incluso animales exóticos. Pero no olvides que el Labrador sigue siendo un perro de caza, con un fuerte instinto depredador. Por lo tanto, debes asegurarte de socializarlo bien desde cachorro. El Labrador no desconfía de los extraños, por lo que no es un buen perro guardián, pero aun así puede ser protector.

Compatibilidad del Labrador

El Labrador es compatible con todo tipo de familias: solteros, parejas, familias con o sin hijos... Al ser un animal enérgico, el Labrador puede ser adecuado para personas mayores, pero solo si pueden sacarlo a dar largos paseos. Sobra decir que es perfectamente indicado para personas con discapacidad visual. 

Salud del Labrador

El Labrador disfruta de una salud bastante sólida. Su esperanza de vida es de entre 10 y 12 años. A pesar de todo, la raza es conocida por tener ciertos problemas, en particular sobrepeso y obesidad. El Labrador también puede verse afectado por problemas en las articulaciones, como la displasia de cadera y codo, trastornos que son muy comunes en perros grandes. Tampoco se libra de ciertos problemas oculares, en particular la atrofia progresiva de retina o las cataratas. El Labrador también es una de las razas de perros afectadas por la epilepsia. Como perro de raza grande, el Labrador Retriever también corre el riesgo de sufrir torsión de estómago.

Entorno del Labrador

El Labrador es un perro que se adapta bien a cualquier entorno, por lo que puede vivir en un piso sin problemas, siempre que lo cuiden bien, le dediquen suficiente tiempo cada día y lo lleven a correr. Este perrito no es particularmente ladrador, lo que reduce las posibilidades de tener conflictos vecinales. Sin embargo, como todos los perros, si su dueño no le presta la suficiente atención, el Labrador puede desarrollar comportamientos problemáticos (ladridos compulsivos, destrucción...). Pero esto también puede ocurrir aunque vivas en una casa grande con jardín. El Labrador no es un perro hecho para quedarse solo. Necesita la presencia humana para ser totalmente feliz. Su entorno ideal sería una casa grande en el campo, cerca del bosque, donde pueda correr libremente, pero también puede vivir en un entorno urbano.

Educación del Labrador

La raza de perro Labrador es conocida por ser una de las razas de perros más fáciles de educar. Esta reputación no le viene regalada. De hecho, el Labrador es muy receptivo al adiestramiento, que siempre debe realizarse sin violencia. Adopta un enfoque positivo basado en la recompensa, no en el castigo. El Labrador es un perro inteligente y dócil, al que le gusta complacer a su amo. ¡Aprovecha esta cualidad! La educación del Labrador lo convierte en un perro muy adecuado para una primera adopción.

Alimentación: cómo alimentar al Labrador

La alimentación del Labrador es esencial para que mantenga una buena salud durante toda su vida. Así que hay que tomar buenas decisiones desde el principio y comenzar por elegir una comida adecuada para el cachorro. Inclínate por un pienso o paté de primera calidad. Éstos deben contener principalmente proteínas animales, pero no tengas miedo de darle proteínas vegetales, que también pueden ser de calidad. Simplemente ten en cuenta que el perro es un animal carnívoro, de modo que la proteína animal es esencial para él y debería ser el componente principal de su comida. Tómate el tiempo de leer las etiquetas de los paquetes para analizar las composiciones y evitar productos cargados de edulcorantes, aditivos o conservantes. Los piensos y patés que venden en supermercados y grandes almacenes no tienen la calidad necesaria para tu Labrador. Evítalos siempre que sea posible.

Si no te gusta la alimentación industrial y dispones de tiempo para preparar tú mismo las comidas de tu peludo, puedes optar por la comida casera, a base de carne y verduras cocidas, o por la dieta BARF, que consiste en carne cruda y verduras bien cocidas como las judías verdes. Pide siempre consejo a tu veterinario o a un especialista en nutrición animal antes de empezar, ya que estos tipos de dieta no dejan margen de error. No dudes en utilizar complementos alimenticios, como pre y probióticos, siempre bajo consejo veterinario. ¡Cuidado con las chuches! El Labrador es propenso a la obesidad.

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Cuidados y aseo del Labrador

  • Vacunas: entre 50 y 80 euros al año

  • Alimentación: 50 a 100 euros al mes

  • Presupuesto mensual: entre 80 y 100 euros

Los cuidados del Labrador no requieren mucho tiempo y tampoco te costarán mucho dinero. Este hermoso perrito de pelo corto necesita un buen cepillado una o dos veces por semana fuera de las temporadas de muda. Cepíllalo todos los días durante los períodos de muda, en primavera y en otoño, para deshacerte de todo el pelo muerto con un cepillo adaptado al pelaje de tu amigo de cuatro patas. Lava a tu perro una o dos veces al año. Asegúrate de usar, nuevamente, los productos adecuados. Completa su aseo con los cuidados comunes a todas las razas de perros: vacunas, desparasitantes, cuidado de ojos, dientes, orejas y uñas. Y no olvides darle a tu perro comida de calidad. ¡Su salud también depende de lo que haya en su comedero!

Precio del Labrador

El precio de un Labrador cachorro oscila entre los 700 y los 2000 euros. Esta diferencia se puede explicar de varias formas. En primer lugar, los precios que cobran los propios criadores a veces difieren según el perro. En algunos criaderos, los precios son más altos si los perros están destinados a la exposición o la cría. Si el Labrador tiene pedigree y proviene de una estirpe de campeones, es posible que su precio también sea más alto. Finalmente, ten en cuenta la ley de la oferta y la demanda. El Labrador sigue siendo una raza popular, así que a menudo hay más adoptantes potenciales que cachorros disponibles. Por lo tanto, los criaderos de Labrador tienen más libertad para cobrar precios más altos. Ante estos elevados precios puedes tener la tentación de comprar un Labrador cachorro a través de un anuncio de internet; pero no es una buena idea, porque no siempre cuentas con la garantía de que te vendan cachorros sanos. En su lugar, dirígete a protectoras y asociaciones. Contrariamente a la creencia popular, aquí también puedes encontrar perros de raza pura.

Sueño del Labrador

Si quieres que tu perro duerma en el jardín, deberás comprarle una caseta. No compres una caseta para perros demasiado pequeña ni demasiado grande. Las dimensiones de la caseta para tu Labrador deben adaptarse perfectamente al tamaño del perro: debe poder ponerse de pie adentro y darse la vuelta sin problemas. Si tu perro duerme dentro de casa, asegúrate de comprarle una cama para perros que se adapte bien a su tamaño. No olvides la importancia del material para la cama de tu amigo de cuatro patas. Si tiene tendencias destructivas, opta por una canasta de plástico y evita el cuero o la tela. Huye de las cestas de mimbre.

Juegos y actividades físicas para el Labrador

El Labrador Retriever es un perro muy enérgico. Como buen perro de caza, debe hacer ejercicio todos los días dando un largo paseo para correr y descubrir nuevos olores. A tu perro le encantará seguirte cuando corras o andes en bicicleta, por ejemplo. No dudes en llevarlo a pasear por el bosque. El Labrador, debido a su inteligencia, también puede participar en actividades caninas de obediencia, agility o rastreo. Cómprale suficientes juguetes para que se mantenga ocupado mientras estás fuera, para que el perro no se aburra. Decántate por rompecabezas o puzzles. Vigila con los juguetes que esconden premios: éstos deben administrarse con moderación ya que este perro es propenso a la obesidad. En su lugar, opta por chuches saludables, como frutas. ¡Algunas son excelentes para la salud de nuestros perritos!

Seguro: protege a tu Labrador

En la mayor parte del territorio español no es necesario que asegures a tu Labrador. Tu perro está cubierto por tu seguro de responsabilidad civil clásico, que cubre a todos los miembros de tu hogar, incluidos los niños y las mascotas. Esta póliza permite ser reembolsado por los gastos incurridos si tu perro causa daños personales o materiales a terceros. Sin embargo, no te reembolsarán si es tu perro quien sufre los daños. Antes de firmar un contrato, consulta las cláusulas de exclusión, los límites máximos de reembolso y los períodos de carencia.

La mutua para Labrador tampoco es obligatoria, pero puede ser de gran utilidad. Este tipo de póliza te permite afrontar los gastos veterinarios imprevistos con más tranquilidad. Los costes veterinarios no están regulados, así que a veces puedes enfrentarte a facturas desorbitadas que algunos propietarios no pueden pagar. La mutua te ayuda a no encontrarte en tal situación. Al suscribirte a una mutua para Labradores, tienes la posibilidad de que te reembolsen determinados gastos, como los gastos hospitalarios o los gastos funerarios. Ten en cuenta que la mayoría de las mutuas no cubren enfermedades genéticas o hereditarias. Tampoco aseguran a los perros demasiado mayores o que ya están enfermos. Una vez más, tómate el tiempo de leer detenidamente las pólizas para verificar los límites de reembolso, los procedimientos veterinarios que cubre el seguro, así como los períodos de carencia. Cuanto mayores sean tus contribuciones, mayores serán los reembolsos.