AKITA INU

El Akita Inu es sin duda una de las razas de perros japonesas más famosas, junto con el Shiba Inu. ¿Sabías que también existe el Akita Americano, bastante distinto de la línea japonesa?

Un poco de historia

La raza Akita Inu es relativamente reciente. Apareció en el siglo XVII en la prefectura de Akita, en el norte de Japón. Descendiente del Akita Matagi, el Akita Inu se utilizó para cazar osos, ciervos y jabalíes, pero también participó en peleas de perros. Cruzado en el siglo XIX con Tosas y Mastines, el tamaño y fuerza del Akita Inu aumentaron. La prohibición de las peleas de perros en 1908 condujo, paradójicamente, a una mejora de la raza. En 1931, el Akita Inu se convirtió en un "monumento natural" de Japón, pero la raza casi se extinguió con el estallido de la Segunda Guerra Mundial. A medida que la línea del Akita Americano se iba desarrollando en Estados Unidos, los criadores japoneses se propusieron preservar el tipo original de Akita para salvar la raza. Uno de los Akita Inu más conocidos del mundo es sin duda Hachikô, un perrito famoso por haber esperado a su amo fallecido durante años en la estación de tren de Shibuya. Incluso se erigió una estatua del animal para rendirle homenaje.

El Akita Inu fue reconocido definitivamente por la Federación Cinológica Internacional (FCI) en 2001.

Características físicas del Akita Inu

El Akita Inu es un perro grande de tipo primitivo. Existe una diferencia de tamaño y peso entre machos y hembras. El macho mide entre 64 y 70 cm y pesa entre 32 y 52 kilos. La hembra mide entre 58 y 64 cm a la cruz y pesa entre 30 y 48 kg.

El Akita Inu pertenece al grupo 5 de la FCI: perros tipo Spitz y tipo primitivo. Lleva el número 255.

Cuerpo: el Akita Inu tiene un cuerpo compacto y armonioso. Es un perro musculoso, de lomo muy recto y sólido. Ten en cuenta que las hembras son más largas que los machos.

Cabeza: está bien proporcionada en relación al cuerpo. El hocico es ancho en la base, pero se estrecha hacia la punta. 

Orejas: son triangulares, pequeñas y bastante gruesas. Redondeadas hacia la punta, están colocadas ligeramente hacia adelante.

Ojos: son almendrados, pequeños y de color oscuro.

Cola: la cola es gruesa, llevada bien alta. Se enrolla sobre la espalda.

Pelaje: el pelo es bastante corto y duro. La capa interna es densa. La capa externa es más gruesa en la cruz y en la grupa.

Color: rojo leonado, blanco, atigrado, y más raramente sésamo. Debe tener urajiro, excepto en los mantos blancos.

Carácter del Akita Inu

Es sabido que el Akita Inu tiene un carácter fuerte, pero sin embargo es muy sociable con su familia. También es muy cariñoso. Por otro lado, desconfía mucho más de los extraños. Eso hace de él un perro guardián muy bueno, ya que su gran tamaño ya es disuasorio. Disfruta de la compañía de los niños siempre que haya sido socializado desde joven, y es un muy buen compañero de juegos para ellos. Es un perro conocido por su calma y por ser silencioso: nunca ladra sin razón. El Akita Inu es muy inteligente.

Comportamiento del Akita Inu

El Akita Inu no siempre se lleva bien con otros perros. Antiguo perro de pelea, a veces conserva algunos instintos de dominación que pueden llevarlo a pelearse. Por lo tanto, debemos asegurarnos de hacerle vivir el máximo de encuentros positivos con otros perros cuando aún es un cachorro. También fue usado como perro de caza, por lo que el Akita Inu también conserva algo de su instinto depredador, pero eso no le impide poder convivir con gatos. Es muy importante tener cuidado con los animales exóticos, porque podría haber un accidente. 

Compatibilidad del Akita Inu

El Akita Inu es adecuado tanto para deportistas como para personas más hogareñas. No tendrá problemas para acompañarte en tus salidas, pero también estará encantado de acompañarte en paseos más tranquilos. Sin embargo, este perro no se recomienda para personas novatas en el adiestramiento canino. Si aun así deseas adoptar un Akita Inu, te recomendamos que te pongas en contacto con un especialista en comportamiento canino.

Salud del Akita Inu

El Akita Inu tiene una salud buena y robusta. Como muchos perros primitivos, tiene una buena constitución. La esperanza de vida del Akita Inu es de entre 10 y 12 años. Sin embargo, es sabido que la raza se ve afectada por dos enfermedades autoinmunes, el síndrome de Vogt-Koyanagi-Harada (VKH) y la adenitis sebácea. El VKH se caracteriza por un ataque del sistema inmunológico contra los melanocitos, lo que provoca uveítis. Actualmente no existe ninguna prueba de detección para el VKH. La adenitis sebácea, por otro lado, es una enfermedad de la piel que causa la caída del pelo.

Entorno del Akita Inu

A pesar de su tamaño relativamente grande, el Akita Inu puede vivir en la ciudad y en un apartamento. Es un perro que ladra relativamente poco (a menos que esté aburrido), y por lo tanto no molestará a los vecinos. Tendrás que sacarlo a pasear durante un buen rato todos los días para que pueda estirar las patas, tomar un poco de aire fresco y conocer gente nueva. El Akita Inu no es particularmente enérgico y no necesita realizar grandes esfuerzos cada día para estar completamente equilibrado. Por supuesto, también será feliz en el campo, viviendo en una casa con un gran jardín.

Educación del Akita Inu

El Akita Inu tiene fama de ser bastante difícil de educar. Efectivamente, como Spitz que es, este perro requiere un buen conocimiento del comportamiento canino. También tiene un carácter fuerte que hay que saber canalizar sin ser violento con él. El Akita Inu es, en primer lugar, adecuado para personas experimentadas. El enfoque educativo debe ser positivo, porque cualquier brusquedad pondría en peligro la relación que tienes con tu amigo de cuatro patas. El Akita Inu se basa ante todo en la confianza: si esta confianza se rompiera, te sería muy difícil obtener algo de tu perro. Sé paciente con él, pero mantente firme y autoritario sin caer en un autoritarismo absoluto. Todo es cuestión de matices, ¡y esto sirve para todas las razas de perros!

Alimentación: cómo alimentar al Akita Inu

Para mantener a tu Akita Inu en buen estado de salud, es fundamental proporcionarle una dieta de calidad. A veces es difícil elegir entre la enorme oferta de piensos y patés disponibles, pero estos simples principios te ayudarán a orientarte. Para empezar, trata de no comprar la comida de tu Akita Inu en supermercados o grandes almacenes, ya que estos productos son de mala calidad y no satisfacen las necesidades nutricionales de tu perro. Lee atentamente las etiquetas y elige productos que contengan al menos un 28% de proteínas. La mayoría de estas proteínas deben ser de origen animal; el perro no deja de ser un carnívoro. Verifica también si contienen aditivos, edulcorantes o conservantes. Cuanto más simple y clara sea la composición, mejor será el producto. También puedes tratar problemas específicos con la ayuda de complementos alimenticios (polvo de mejillón verde para las articulaciones, probióticos para la digestión, por ejemplo), pero pide siempre consejo a tu veterinario.

La comida industrial no es la única opción. Si tienes el dinero y el tiempo necesarios, también puedes preparar tú mismo las comidas de tu Akita Inu, con comida casera o siguiendo la dieta BARF. Para la comida casera, usa carne y verduras cocidas. Para la dieta BARF, deberás utilizar carne cruda y verduras cocidas. Pero ojo, nunca debes iniciar este tipo de dietas sin la supervisión previa de un profesional (veterinario o nutricionista canino).

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Cuidados y aseo del Akita Inu

  • Vacunas: entre 50 y 80 euros al año

  • Alimentación: 40 a 70 euros al mes

  • Presupuesto mensual: entre 50 y 70 euros

Los cuidados del Akita Inu son bastante simples y no requieren mucho tiempo. Deberás cepillarlo una o dos veces por semana durante los períodos normales, y diariamente durante las temporadas de muda, en primavera y otoño. De hecho, pierde mucho pelo en estos períodos. El Akita tiene fama de ser un perro particularmente limpio. Incluso se acicala como un gato, a conciencia. Así que no hace falta lavarlo más de una vez al año, a menos que esté muy sucio o huela mal; si el mal olor persiste, consulta con tu veterinario. Además de cepillarlo y bañarlo, no olvides el cuidado de dientes, ojos, oídos y uñas. Completa estos cuidados con los cuidados clásicos: vacunas, desparasitantes, antiparasitarios contra pulgas y garrapatas. Llévalo al veterinario una vez al año para asegurarte de que tu Akita Inu está sano.

Precio del Akita Inu

El precio de un Akita Inu se sitúa entre los 800 y los 2000 euros. Esta diferencia se puede explicar por varios motivos. Primero de todo, por la ley de la oferta y la demanda: si hay más adoptantes que cachorros disponibles, los criaderos de Akita Inu pueden cobrar más. También hay que tener en cuenta la naturaleza del perro (perro de compañía, perro de exposición o perro destinado a la cría), así como el linaje ​​del cachorro: un Akita Inu con pedigree, descendiente de campeones, normalmente será más caro. 

Desafortunadamente, comprar un perro de raza pura en criadero siempre representa un cierto presupuesto. Pero no te dejes tentar por los anuncios de particulares en internet. Es cierto que los precios suelen ser más bajos, pero no tienes las garantías de que el cachorro está en perfectas condiciones. Por ejemplo, tu Akita Inu podría tener una enfermedad y finalmente acabarás gastando más dinero en veterinarios. Si no quieres comprar, adopta un Akita Inu en protectoras o asociaciones. Contrariamente a la creencia popular, en estos refugios se pueden encontrar perros de pura raza.

Sueño del Akita Inu

Dado su espeso pelaje, el Akita Inu está muy bien protegido contra las intemperies y el mal tiempo. Por lo tanto, puede dormir en el jardín, siempre que le compres una caseta para perros que se adapte perfectamente a su tamaño. La caseta no debe ser ni demasiado grande ni demasiado pequeña. Elige una caseta de madera, que estará mucho mejor aislada, aunque sea más cara. ¡Nunca ates a tu perro delante de su caseta! Debe poder moverse libremente. Por supuesto, tu Akita Inu también puede dormir dentro de casa. En ese caso, cómprale una cama para perros adecuada e instálalo en un rincón tranquilo para que pueda descansar sin miedo a que lo molesten.

Juegos y actividades físicas para el Akita Inu

A pesar de ser tranquilo, el Akita Inu también necesita ser estimulado intelectual y físicamente. No es el más deportista de los perros, pero aun así tiene que hacer ejercicio a diario. Además de una caminata larga y salidas más breves para hacer sus necesidades, realiza actividades con tu Akita Inu, como rastreo o canicross si te gusta correr, por ejemplo. Si no te va mucho el deporte, juega a la pelota o con un frisbee. Juega siempre en lugares seguros.

Además de este tipo de actividades, compra juguetes para tu Akita Inu. Así se mantendrá entretenido cuando tú no estás. Un perro aburrido puede deprimirse fácilmente: ¡no corras ese riesgo!

Seguro: protege a tu Akita Inu

Como el Akita Inu no es un perro potencialmente peligroso, no necesita un seguro especial. Los perros, y las mascotas en general, están cubiertas por el seguro a todo riesgo que a menudo se incluye en el seguro del hogar. Estos seguros te reembolsan parte de los gastos incurridos si tu perro causara daños. En cambio, no tendrías derecho a ninguna indemnización si fuera tu Akita Inu el que sufriera los daños. En este caso, se debe utilizar el seguro de la persona responsable. Analiza cuidadosamente las pólizas de seguro para verificar los períodos de carencia, las cláusulas de exclusión y los límites de reembolso. Muchas aseguradoras se negarán a reembolsarte si el accidente se debe a una negligencia tuya (soltar a tu perro en un lugar inadecuado, por ejemplo).

Al igual que los seguros, la mutua para Akita Inu no es obligatoria. Sin embargo, puede ser de gran ayuda si tu perro se pone enfermo o si sufre un accidente grave. Los costes veterinarios no están regulados y algunos propietarios se ven obligados a no tratar a sus perros porque es muy caro. Para evitar encontrarte en tal situación, te recomendamos suscribirte a una mutua para perros. El funcionamiento es similar al de nuestras propias mutuas. Se te reembolsa una parte de los gastos, en proporción a las contribuciones que pagas cada mes. Cuanto mayores sean las contribuciones, mayor será el límite de reembolso. No esperes demasiado antes de contratar una mutua para tu perro. La mayoría de las veces, las compañías de seguros no cubren a perros que son demasiado mayores o que ya están enfermos. Una vez más, comprueba los períodos de carencia, los límites de reembolso, así como las cláusulas de exclusión: algunas mutuas se niegan a reembolsar los gastos derivados de una enfermedad hereditaria o genética.