¿CÓMO ADIESTRAR UN POMERANIA?

El Pomerania puede ser un perro pequeño, pero su educación no debe dejarse de lado. No es solo un medio para hacer que el perro obedezca a su amo; también lo protege indirectamente de los accidentes. Descubre todos nuestros consejos para adiestrar un Pomerania con éxito.

¿Cómo educar a un Pomerania cachorro?

Ciertas razas de perros son más difíciles que otras a la hora de educarlas. No porque carezcan de inteligencia, ni mucho menos, sino porque su carácter, a veces dominante o testarudo, se lo pone más difícil a los dueños novatos. El Pomerania, como buen Spitz, tiene un carácter fuerte, que hay que canalizar desde el principio para evitar que se imponga. No le des rienda suelta a tu perro con el pretexto de que es pequeño y por tanto menos "peligroso" que un perro más grande. Los perritos de razas pequeñas o medianas también necesitan que les pongan unos límites para que la convivencia sea óptima.

Lo mejor es empezar a educar a tu amigo de cuatro patas en cuanto lo adoptes, a los dos meses si adoptas un Pomerania cachorro. Aprovecha también para socializarlo. Este es un paso esencial y crucial, que determinará su futura relación con el mundo que lo rodea, con las personas y con otros animales. La socialización debe tener lugar entre el segundo y el tercer mes de edad. Por supuesto, puedes socializar a un perro adulto, pero la tarea es más difícil, porque el animal ya habrá adquirido unos hábitos, habrá vivido experiencias y quizás tenga traumas. En este tipo de casos, no dudes en acudir a un adiestrador canino.

¡PRUÉBANOS!

30 días de pienso a

-50%

Entregado en tu casa. Sin compromiso

Educación del Pomerania: conceptos básicos

Esto sirve para todas las razas: adopta siempre un enfoque positivo en la educación de tu perro. Evita todas las formas de violencia, ya sean físicas o verbales. Hace varios años que evitamos hablar de adiestramiento, en favor del término “educación en positivo”. Esta forma de aprendizaje se basa en la recompensa (premios, mimos, felicitaciones) y evita toda forma de agresividad y castigo. Este último se puede usar, pero con moderación y como último recurso.

Recuerda tres principios fundamentales: paciencia, coherencia y constancia. No puedes esperar que tu perro recuerde todo y de inmediato. Aunque el Pomerania es inteligente y muy apegado a su amo, también necesita tiempo para recordar las diferentes órdenes que quieres enseñarle. No te impacientes con él y elógialo cada vez que lo haga bien.

La coherencia también es esencial en la educación de un perro, porque necesita un marco bien definido. Si cambias las órdenes continuamente, o si le permites hacer algo y luego se lo prohibes, tu Pomerania no entenderá lo que le estás pidiendo. Una vez elijas una palabra para dar una orden, no la cambies.

Finalmente, muestra constancia. Solo la repetición a lo largo del tiempo permitirá que tu perro aprenda y retenga lo aprendido. Dedica quince minutos cada día (¡no más!) a la educación de tu bolita de pelo. Por ejemplo, aprovecha una sesión de juegos o un paseo para perfeccionar las lecciones. Al Pomerania le encanta pasar tiempo con su dueño, ¡así que aprovéchalo al máximo!

¿Qué órdenes básicas hay que enseñarle a un Pomerania?

Ciertas órdenes son esenciales en el adiestramiento canino, y debes enseñárselas tan pronto como el cachorro llegue a su nuevo hogar.

  • La llamada: esta orden es absolutamente esencial para tu perro. Es gracias a ella que podrás controlarlo si, por ejemplo, se escapase. Por eso deberías inculcarle este comando cuanto antes, antes de desatar a tu perro o de llevarlo a un parque para perros, por ejemplo.

  • Caminar con correa: también tiene que saber andar con correa perfectamente, sobre todo si el animal vive en la ciudad. Tu perro no tiene que tirar de la correa, porque podría acabar haciéndose daño.

  • Stop: la orden “quieto”, “para” o “stop” debe ir acompañada de una recompensa para compensar la prohibición. Así, el perro gana obedeciéndote, sin que tu orden se asocie con un enfoque negativo. Por ejemplo, dale un premio cuando se detenga cuando se lo pidas. ¡Estará mucho más dispuesto a obedecerte!