PIENSO SIN CEREALES: VENTAJAS

¿Por qué eliminar los cereales de la dieta?

La moda del pienso sin cereales ha seguido el boom de la dieta BARF. Este régimen alimenticio (como explicamos en nuestro artículo sobre el tema, ver enlace), cuyo objetivo es acercarse lo máximo posible a la dieta natural y ancestral del lobo y el gato salvaje, consta de carne y huesos crudos y no contiene cereales. El BARF no ha conseguido escapar del marketing y enseguida hemos visto cómo aparecía el pienso BARF… que no es un pienso crudo, pero sí un pienso sin cereales.

¿Es por tanto cuestión de suprimir los cereales? En realidad... no realmente. Los cereales como los guisantes o las patatas solo están presentes por dos cosas: hacer que el pienso conserve su forma y reducir el coste de la comida (¡porque la carne es cara!). Pero que la comida esté compuesta de cereales u otras cosas, mientras los ingredientes utilizados sean de calidad, bien procesados ​​y en pequeñas cantidades, no es "peor" ni "mejor". Lo principal es respetar las sensibilidades del animal. Este razonamiento aplicado al pienso sin cereales también es válido para el pienso bio.

Los glúcidos: hay que tomarlos con precaución

Tienen varios nombres, pero se les conoce comúnmente como "azúcares lentos" y "azúcares rápidos".

A diferencia de las proteínas y los lípidos, los glúcidos no son nutrientes esenciales para el equilibrio de tus mascotas... ¡ni siquiera para el tuyo! Simplemente porque nuestros organismos de mamíferos son capaces de sintetizarlos a partir de otros nutrientes. Así, la glucosa puede obtenerse a partir de proteínas gracias a la gluconeogénesis.

Debes saber que casi no hay glúcidos en el mundo animal. Solo se encuentran en la lactosa, a veces en el hígado y la sangre, y un poquito en los músculos. Las presas que consumen nuestras mascotas no contienen más del 12%, por ejemplo. Sin embargo, están muy extendidos en los vegetales.

Así, aunque le des pienso sin cereales, necesariamente contendrá glúcidos y almidón, en forma de leguminosas o tubérculos, y raramente por debajo del 20%.

Sin embargo, nuestros perros y gatos no están hechos biológicamente para digerir demasiados glúcidos. Si están bien transformados e incorporados al pienso en dosis razonables, participan en el desarrollo y mantenimiento del organismo aportándoles una energía que se puede movilizar rápidamente en forma de glucosa.

Pero ojo con los de gama baja: estos piensos son demasiado ricos en glúcidos; son los que engordan y pueden generarle a tu mascota problemas digestivos, alergias, e incluso patologías más graves y a menudo mortales como la diabetes, hipertensión, obesidad canina o incluso insuficiencia renal. Más información en nuestro blog sobre perros.

La fórmula mágica para calcular el nivel de glúcidos

El nivel exacto de glucosa rara vez se menciona en los paquetes de pienso. Sin embargo, ¡es fundamental conocerlo! La fórmula para saberlo es relativamente simple:

índice de glúcidos = 100 - (% proteínas + % materia grasa + % celulosa/fibras + % cenizas + % humedad).

Las tres familias de carbohidratos

Los carbohidratos son simplemente glúcidos, simples como la glucosa (azúcar) o complejos como el almidón. Su fuente es vegetal, y sean los que sean, todos contienen almidón. Por lo tanto, cualquier pienso, incluso el denominado “pienso sin cereales", contendrá al menos un 11% de almidón. ¡El fabricante simplemente los encontrará en una familia diferente a la de los cereales!

👉 Los cereales

Cuáles: trigo, maíz, cebada, centeno, arroz, avena, etc.

Sus ventajas: son ricos en vitaminas, sales minerales y fibras.

Sus inconvenientes: suelen ser muy ricos en almidón. El famoso gluten de trigo puede generar intolerancias y alergias alimentarias. El maíz es una materia prima que no siempre es de alta calidad. Por último, las semillas de maíz y trigo pueden contener más fácilmente micotoxinas, mohos tóxicos y peligrosos que pueden desarrollarse durante el almacenamiento.

👉 Los tubérculos

Cuáles: patata, boniato, ñame, mandioca, etc.

Sus ventajas: son lo suficientemente completos porque tienen ciertos aminoácidos esenciales, vitaminas del grupo B y vitamina C.

Sus inconvenientes: ¡son muy ricos en almidón! Por tanto, para ser válidos es necesaria una gran transformación.

👉 Las leguminosas

Cuáles: legumbres, lentejas, guisantes, soja, etc.

Sus ventajas: son ricas en fibra, minerales (hierro, calcio, zinc, cobre) y aminoácidos esenciales.

Sus inconvenientes: son muy ricas en proteínas vegetales, a menudo pobres en vitaminas, y contienen lo que se denominan "factores antinutricionales" (taninos, lectinas, ácido fítico) que pueden dificultar su digestión o incluso provocar un desequilibrio de la flora intestinal.

Diferentes “digestibilidades”

Entre estas tres familias de carbohidratos, la digestibilidad no es la misma. Depende de varios factores: primero, la naturaleza del alimento. El arroz, por ejemplo, es la fuente de carbohidratos más digesta, debido a su bajo contenido en fibra. El maíz, cuya calidad y origen debe no obstante controlarse, es conocido por ser muy digesto.

También es importante el proceso de transformaciones mecánicas (triturado, etc.) y físicas (cocción, transformación del almidón en gelatina...) que ha sufrido el alimento. El almidón no es malo en sí mismo para nuestras mascotas, pero debe administrarse en cantidades muy pequeñas y sobre todo debe haber pasado por una adecuada transformación y cocción.

¡La importancia de leer la etiqueta!

Entonces, al final, ¿pienso sin cereales o con cereales? Como hemos explicado, todo depende de tu mascota y de su naturaleza. El pienso muy bajo en almidón y a veces comercializado como BARF será el mejor, especialmente para animales con digestión delicada, como bulldogs o carnívoros exclusivos como los gatos.

Pero cuidado, entonces, con la cantidad de otros carbohidratos elegidos para compensar la ausencia de cereales: si un pienso sin cereales contiene un 50% de almidón procedente de, por ejemplo, patatas, y tu mascota lo tolera mal, ¡no sirve de nada desde un punto de vista nutricional!