SALUD DEL WESTIE

El Westie es un perro pequeño y rústico de salud sólida. Muy resistente, rara vez sufre de problemas de salud. Con una dieta adaptada, actividad física regular y mucho amor, ¡este perrito juguetón puede vivir mucho tiempo y en plena forma!

Salud del Westie: puntos fuertes

Gracias a sus orígenes rurales, la salud del Westie es particularmente robusta. Los trastornos musculoesqueléticos le son casi totalmente ajenos, y tampoco es muy propenso a patologías cardiacas o respiratorias. A esto, súmale un poderoso sistema digestivo y comprenderás por qué este perro puede vivir hasta 16 años.

La calidad de la alimentación del Westie, así como la adecuación de su estilo de vida a sus necesidades físicas y un cuidado regular, son las claves para que sea feliz y se mantenga en la mejor forma en todas las etapas de su vida.

Salud del Westie: puntos débiles

Aunque sea robusta, la salud del Westie no está completamente a salvo de algunas patologías. Las enfermedades más frecuentes del Westie son los trastornos cutáneos como la dermatitis atópica o la seborrea. Según un estudio realizado en 2012 por una organización americana, un cuarto de los perros sufren de dermatitis. Esta enfermedad afecta más a los machos que a las hembras.

Algunos perros también pueden padecer la enfermedad de Krabbe, un trastorno genético de origen hereditario que también es común en otras razas como el Cairn Terrier o el Beagle. También puede sufrir de encefalitis o síndrome del perro blanco temblador.

Salud del Westie: sus enfermedades

👉 Seborrea canina

La seborrea es un término que designa una producción anormalmente elevada de sebo, acompañado de la presencia de escamas (caspa). Esta enfermedad de la piel puede afectar a todos los perros y ser la consecuencia de un trastorno cutáneo subyacente (hablamos entonces de seborrea secundaria) o bien aparecer sin causa conocida (aquí hablaremos de seborrea idiopática o primaria). Algunas razas están más predispuestas que otras a este trastorno, por razones genéticas. Es el caso en lo que a la salud del Westie concierne.

Una piel demasiado grasa libera muchos ácidos grasos, que le dan ese olor característico de mantequilla rancia. A menudo es la primera señal de un desajuste en la producción de sebo.

Se forman costras escamosas en la barriga, la espalda, los pliegues de la piel, las orejas, los codos y los corvejones. Esta dermatosis es incurable. Los cuidados regulares con productos especiales pueden mejorar la salud de la piel. En los casos más severos, pueden prescribirle corticoides. Este problema afecta evidentemente a las condiciones de vida del Westie.

👉 Encefalitis o síndrome del perro blanco temblador

Esta meningoencefalitis es un trastorno raro que provoca temblores. Esta patología afecta solamente a los perros de raza pequeña. Aparece habitualmente cuando el perro todavía es joven (en general entre el año y los dos años de edad) y se manifiesta a través de temblores que pueden afectar a todo el cuerpo. La emoción y el estrés son factores agravantes.

A parte de los temblores, hay otras señales que deben dar la señal de alarma a los dueños, como la presencia de un nistagmo (movimientos involuntarios de los ojos), dificultades para moverse y convulsiones parecidas a las de la epilepsia. La causa de esta enfermedad sigue siendo desconocida, aunque algunas hipótesis apuntan a una disfunción del sistema inmunitario. El tratamiento consiste en una toma de corticosteroides y de diazepam para controlar los síntomas.

👉 Hernia inguinal

Este trastorno de origen congénito es mucho más frecuente en las hembras que en los machos Westie. Se caracteriza por la formación de una masa blanda e indolora entre el interior del muslo y el abdomen. Esta masa corresponde al paso de uno o más órganos en un orificio provisto para el paso de los vasos. La cirugía debe realizarse lo antes posible para evitar complicaciones.

Para protegerte de los gastos derivados de estas enfermedades, valora la opción de contratar una mutua para Westie.