¿CUÁNTO VIVE UN HUSKY?

Es importante plantearse cuál es la esperanza de vida de un perro antes de adoptarlo. ¿Cuántos años puedes esperar que viva tu Husky? ¿Y cuáles son las enfermedades más comunes de esta raza?

Esperanza de vida del Husky

Como perro rústico que es, el Husky tiene una muy buena esperanza de vida, entre 11 y 13 años. Tampoco es raro encontrar ejemplares que lleguen a los 15 años o más. Esta estimación solo es indicativa y, desafortunadamente, también es posible que tu Husky viva menos de lo esperado, porque no es inmune a enfermedades o accidentes. La esperanza de vida del Husky es mayor que la de otras razas de perros del mismo tamaño. Es incluso más o menos igual que la de algunas razas de perros pequeños, conocidos por su longevidad.

¿Cómo alargar la esperanza de vida de mi Husky?

Puedes seguir algunas pautas muy simples para proteger mejor a tu perro y garantizarle una buena calidad de vida.

Elige una buena alimentación

El contenido de su comedero tiene consecuencias directas sobre el estado de tu perrito. Cuanto mejor sea su comida, más saludable se sentirá tu perro. Por el contrario, una comida de gama baja no satisfará en absoluto las necesidades nutricionales de tu perro, que no estará en plena forma. Evita comprar la comida de tu Husky en supermercados o grandes almacenes, aunque los precios sean atractivos. Este tipo de productos, elaborados con ingredientes de mala calidad, no son adecuados para una raza como el Husky. Es preferible que gastes un poco más de dinero y encuentres el pienso o paté ideales para tu perro. No necesitas romper la hucha: puedes encontrar comida para perros de calidad a precios bastante asequibles. Lee atentamente las etiquetas para estudiar la composición y decántate por productos sin conservantes ni edulcorantes.

Edúcalo bien

La educación de tu Husky afecta indirectamente a su esperanza de vida. De hecho, cuanto más te obedezca tu amigo de cuatro patas, más control tendrás sobre él y más podrás evitar accidentes de todo tipo. Si vives en un apartamento y por tanto en un entorno urbano, esta afirmación es especialmente cierta: la ciudad presenta algunos peligros (tráfico, otros perros, etc.). Por lo tanto, durante el adiestramiento de tu Husky deberás enseñarle órdenes esenciales como la llamada y caminar con correa. Nunca desates a tu perro si no estás seguro de que acudirá a ti en cuanto lo llames.

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Visita regularmente al veterinario 

Por supuesto, el seguimiento veterinario regular es esencial si quieres que tu bolita de pelo se mantenga sana. Ponle los recordatorios de las vacunas cada año y no olvides desparasitarlo y administrarle antiparasitarios contra pulgas y garrapatas. No dudes en hacerle chequeos generales cuando tu perro empiece a envejecer y llévalo al veterinario si tienes alguna duda.

Hazle hacer ejercicio

Un Husky debería hacer ejercicio cada día para estar perfectamente equilibrado. Este perro no puede pasar horas sin hacer nada en el fondo de un jardín: le gusta correr y descubrir cosas nuevas. Llévalo a pasear todos los días durante al menos dos horas. Si te gusta hacer footing, no dudes en llevarte a tu perro contigo. Un Husky sin suficiente estimulación intelectual y física puede fácilmente caer en una profunda depresión, lo que inevitablemente afectará a su salud.

Enfermedades del Husky

Aunque por lo general se trata de un perro robusto, el Husky puede sufrir ciertas enfermedades:

  • Displasia de cadera: este trastorno de las articulaciones es común en perros de razas grandes, y puede afectar seriamente a la movilidad del animal. Tiene diversos grados de gravedad, que van desde una simple cojera hasta una parálisis casi completa. El tratamiento es quirúrgico. La displasia de cadera a menudo es hereditaria, así que asegúrate de que el criador de tu Husky haya realizado las pruebas necesarias a los antepasados ​​de tu cachorro.

  • Epilepsia: se trata de una epilepsia cuyas causas desconocemos. Se caracteriza por convulsiones o pérdida del conocimiento, que pueden durar varios segundos o varios minutos. Hay tratamientos para limitar estas crisis.

  • Problemas oculares: el Husky es propenso a la atrofia progresiva de retina. Esta patología se caracteriza por la degeneración progresiva de las células de la retina. A largo plazo, el perro se quedará ciego. Lamentablemente, no existe tratamiento.

  • Enfermedad de Pompe: esta enfermedad se caracteriza por un déficit de una enzima que descompone el glucógeno en glucosa. El glucógeno se acumula en varios órganos, incluido el corazón, el sistema nervioso o el sistema digestivo. Desafortunadamente, no existe ningún tratamiento y el resultado de la enfermedad a menudo es malo.

  • Mielopatía degenerativa canina: la destrucción progresiva de las neuronas de la médula espinal conduce a la parálisis de los miembros. Desgraciadamente, una vez más, no hay ningún tratamiento disponible para detener la enfermedad.