HUSKY

El Husky Siberiano, más conocido simplemente como Husky, es un perro nórdico usado tradicionalmente como perro de tracción y perro de trineo. Raza muy popular por su belleza y carácter, el Husky puede ser adecuado para todo tipo de familias, siempre que se conozca bien la raza.

Un poco de historia

El Husky es una raza antigua. Apareció en el segundo milenio antes de Cristo en la región de la actual Siberia Oriental. Fue utilizado por las tribus Chukchi como perro de trineo, pero también como perro guardián. El Husky pasó desapercibido en otras partes del mundo durante bastante tiempo, antes de que nueve Huskies fueran llevados a Alaska para participar en una carrera de trineos. El equipo quedó en tercera posición y la raza sedujo a un criador escocés, que decidió comenzar la crianza. Fue reconocido como raza pura en 1930 en los Estados Unidos. Los primeros Huskies llegaron a Europa a partir de los años 70. Rápidamente empezaron a ganar popularidad, y aún a día de hoy, el Husky es una raza muy querida.

El Husky fue reconocido a título definitivo por la Federación Cinológica Internacional en 1966. 

Características físicas del Husky

El físico del Husky lo ha hecho famoso: combina elegancia y agilidad.

Cuerpo: el cuerpo está bien proporcionado y es bastante compacto, sin ser chaparro. El Husky es un perro musculoso.

Cabeza: redonda, presenta un hocico bien proporcional al cráneo. El hocico se afina hacia la trufa.

Orejas: son de forma triangular, bien erectas y bastante juntas. Tienen la punta ligeramente redondeada.

Ojos: los ojos tienen forma almendrada y son ligeramente oblicuos. Pueden ser de diferentes colores (azules, marrones o de varios colores).

Cola: la cola es llevada en forma curvada de hoz, pero no se enrosca. Está bien cubierta de pelo.

Pelaje: el pelo del Husky es medio-largo, denso y tupido. Este perro también tiene una capa interna muy gruesa.

Color: se aceptan todos los colores para el Husky, con sus diferentes matices (negro, cobre, rojo, sable, gris).

Carácter del Husky

El carácter del Husky hace de él un perro cariñoso, dulce y muy leal a su amo, sin llegar a ser pegajoso. Está lleno de energía y no se le acaban las pilas: necesita correr y hacer ejercicio todos los días para estar perfectamente. El Husky se adapta bien y puede vivir tanto en la ciudad como en el campo, siempre que se satisfagan sus necesidades. Es inteligente, pero su educación no siempre es fácil debido a un espíritu de iniciativa bastante desarrollado. Su instinto protector sigue bastante desarrollado y, por tanto, puede utilizarse como perro guardián sin ningún problema. En cualquier caso, su tamaño ya es disuasorio. El Husky tiene un pequeño lado escapista. No dudará en fugarse si se presenta la oportunidad. 

Comportamiento del Husky

El Husky es un perro sociable. Como buen perro de trineo y de manada, está acostumbrado a estar con otros perros y no tiene ningún problema con ellos. También se lleva muy bien con los niños, para los que será un maravilloso compañero de juegos. En cambio, convivir con otras mascotas, como gatos y animales exóticos, puede resultar un poco más complicado. Sin ser un perro de caza, el Husky conserva un fuerte instinto depredador. Para que acepte otra mascota que no sea un perro, su socialización debe realizarse correctamente desde una edad temprana, entre el segundo y el tercer mes. 

Compatibilidad del Husky

Un perro de raza Husky no es adecuado para todo el mundo. Desafortunadamente, algunas personas adoptan un perro de esta raza sin antes investigarla, lo que lleva a situaciones dramáticas. El Husky es de hecho una de las razas más abandonadas. Por tanto, es esencial saber si tu estilo de vida se corresponde con el del perro antes de adoptar un Husky. Esta raza es adecuada sobre todo para los amos deportistas y disponibles, dispuestos a pasar tiempo con su perro. También es necesario tener un conocimiento sólido del comportamiento canino. Es mejor no adoptar un Husky si es tu primer perro.

Salud del Husky

El Husky es una raza que goza de una salud bastante buena. Su esperanza de vida es de entre 11 y 13 años, lo que es más que respetable para un perro de este tamaño. De hecho, las razas de perros grandes lamentablemente viven menos años que las razas pequeñas o medianas. Las razas gigantes, por otro lado, a menudo viven menos de 10 años. Sin embargo, el Husky es propenso a patologías graves. Casi el 40% de los Huskies tienen displasia de codo y el 20% de ellos sufren displasia de cadera. También pueden tener problemas oculares, como atrofia degenerativa de retina o glaucoma. Finalmente, la raza Husky es propensa al hipotiroidismo, lo que puede conducir al sobrepeso.

Entorno del Husky

El Husky puede vivir en un apartamento, siempre que seas consciente de sus necesidades diarias. Esta raza de perro necesita correr al menos dos horas al día para gastar su energía. Por tanto, para que tu perro sea feliz, la superficie de la vivienda no es tan importante como el tiempo que le dediques cada día. Obviamente, al Husky le gustará vivir en una casa con un gran terreno, pero ese jardín será inútil si el perro permanece aislado del resto de su familia y nunca sale a pasear.

Educación del Husky

La educación del Husky es fundamental y debe comenzar tan pronto como el cachorro llegue a tu casa, a los dos meses de edad. Establece reglas precisas e intenta ceñirte a ellas para mantener cierta coherencia. Ten paciencia, ya que el Husky a veces tarda un poco en obedecer debido a su carácter. Las prioridades son: enseñarle a hacer sus necesidades en la calle, aprender a quedarse solo, que acuda cuando le llames y aprender a caminar con correa. Educar a un Husky no siempre es fácil, especialmente para los novatos en adiestramiento canino. Es por eso que este perro no está indicado como primer perro. Si tienes alguna duda, llama a un adiestrador de perros o un educador canino para no cometer errores. Los malos hábitos suelen ser muy difíciles de quitar.

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Alimentación: cómo alimentar al Husky 

Presta especial atención a la alimentación de tu Husky. De hecho, el contenido de su comedero afectará directamente a su salud y su esperanza de vida. Por eso es esencial elegir una comida que se adapte bien a las necesidades nutricionales de tu perrito. Para ello, empieza por evitar comprar comida para perros en supermercados y grandes almacenes. Estos productos son de baja calidad y están elaborados con ingredientes mediocres y de dudosa procedencia. Decántate por pienso o patés un poco más caros, pero cuya composición es mucho mejor. Aprende a leer las etiquetas y prefiere siempre la comida elaborada a partir de proteínas animales. Un buen pienso contiene al menos entre un 25 y un 28% de proteínas. Es probable que tengas que cambiar la comida de tu Husky a lo largo de su vida. De hecho, su dieta debe adaptarse a su salud, pero también a su edad. Lo mismo ocurre con las cantidades: si el perro es muy activo, comerá más que un animal un poco menos enérgico. Si quieres que la comida de tu Husky se adapte perfectamente a sus necesidades, no dudes en recurrir a un servicio de pienso a medida.

También debes saber que no tienes por qué comprar comida industrial. Puedes preparar tú mismo la comida para tu Husky, mediante comida casera o siguiendo la dieta BARF. La comida casera se elabora con verduras y carne cocidas. En cuanto al BARF, las comidas se elaboran con carne cruda y verduras cocidas. Consulta siempre al veterinario antes de embarcarte en estos regímenes.

Cuidados y aseo del Husky 

  • Vacunas: entre 50 y 80 euros al año

  • Comida: 60 a 100 euros al mes

  • Presupuesto mensual: entre 80 y 120 euros

Los cuidados del Husky son bastante simples. Su pelaje de longitud media no requiere un gran mantenimiento. En épocas normales, basta con cepillarlo una o dos veces por semana. Durante los períodos de muda, en primavera y otoño, cepíllalo todos los días para eliminar el pelo muerto. Hazte con las herramientas adecuadas para asear a tu Husky (cepillo, champú...), porque una mala elección de productos podría tener graves consecuencias en la salud de tu amigo de cuatro patas. Tampoco olvides lavarle los dientes, los ojos y los oídos con regularidad, y cortarle las uñas cuando sea necesario. Por último, recuerda las vacunas, desparasitantes y antiparasitarios contra pulgas y garrapatas.

Precio del Husky 

El precio de un Husky en España se sitúa entre los 600 y los 900 euros de media. Hay una horquilla de precio bastante grande, pero existen varias razones para esta diferencia. En primer lugar, algunos criaderos de Husky cobran un precio más alto por los perros destinados a la exhibición o la cría. Lo mismo ocurre con algunos cachorros Husky con pedigree y descendientes de campeones. Como el Husky es una raza muy popular, también suele haber más demanda que oferta, lo que permite a los criadores tener más margen a la hora de establecer los precios. Si no te importa no adoptar un cachorro, debes saber que puedes encontrar Huskies adultos en protectoras o asociaciones. Adoptar un Husky te costará mucho menos dinero.

Sueño del Husky

El Husky es perfectamente capaz de dormir al aire libre. Lo importante es comprarle una caseta para perros adaptada a sus necesidades y a su tamaño. Decántate por las casetas de madera, que ofrecen un aislamiento mucho mejor que las de plástico o PVC. También es esencial encontrar la ubicación correcta para la caseta de tu Husky, para que el perro se sienta bien. Asegúrate de que tu jardín esté perfectamente vallado, ya que el Husky a veces tiene tendencia a escaparse. Por supuesto, también puedes hacer que tu perro duerma dentro de casa. Compra los accesorios adecuados y coloca su área de descanso en un lugar tranquilo, lejos del pasaje. Evita instalar a tu amigo de cuatro patas en tu dormitorio: podría llevarle a desarrollar ansiedad por separación.

Juegos y actividades físicas para el Husky 

El Husky es un perro muy activo, que no está hecho para quedarse en un rincón del jardín o echado en el sofá sin hacer nada. Necesita moverse, oler nuevos olores y descubrir nuevos paisajes con regularidad. No es en absoluto adecuado para un dueño sin espíritu deportivo. Para hacer feliz a tu perro, no dudes en llevarlo contigo cuando hagas footing, excursiones o paseos por la playa. El Husky también te seguirá encantado a la montaña. Puede participar sin problemas en actividades caninas. Las disciplinas de tracción, como el mushing, se adaptan perfectamente a esta raza.

Déjale también juegos y juguetes para que se entretenga mientras estás fuera. Al Husky no le gusta la soledad. Necesita mantenerse ocupado mientras te espera. Cómprale rompecabezas para que no se aburra, porque un Husky aburrido podría caer en una profunda depresión. Incluso podría escaparse si lo dejas en el jardín.

Seguro: protege a tu Husky 

El Husky no es un perro de raza peligrosa, sujeto a las obligaciones especiales para esta categoría. Por lo tanto, no es necesario contratar un seguro especial para él. Tu perro, como miembro de tu hogar, se considera tu responsabilidad, al igual que tus hijos, si los tienes. Así que está cubierto por tu seguro de responsabilidad civil. Si tu perro causara daños a una persona o a una propiedad, el seguro cubrirá los daños ocasionados. Cuidado: no cubre los daños que le podrían ocasionar a tu perro en caso de accidente. También tienes la opción de contratar un seguro adicional, denominado responsabilidad civil privada, que te permite protegerte aún más en caso de problemas. Antes de elegir tu póliza, estudia detenidamente los períodos de carencia, los límites de reembolso y las cláusulas de exclusión.

Al igual que el seguro, la mutua para Husky no es obligatoria. Sin embargo, puede resultar una muy buena idea para hacer frente a gastos veterinarios imprevistos. A pesar de su salud generalmente buena, el Husky Siberiano no es inmune a enfermedades o accidentes. En España, el precio de los cuidados veterinarios se deja a discreción del médico. Por lo tanto, puedes enfrentarte a facturas exorbitantes imposibles de pagar. Ante este tipo de situaciones, no es raro que los propietarios opten por no tratar a sus mascotas. Para evitar tener que tomar esta difícil decisión, sé previsor y opta por una mutua. No esperes mucho, porque la mayoría de las compañías de seguros se niegan a asegurar a los perros demasiado viejos o que ya están enfermos. Lee los contratos detenidamente para conocer las cláusulas de exclusión y los límites de reembolso. Cuanto mayor sea tu contribución, mayor será el reembolso. Algunas mutuas también ofrecen servicios adicionales, como cubrir los gastos del funeral de tu perro o brindar apoyo psicológico después de la muerte del animal.

Especificidades físicas del Husky 

El Husky Siberiano es un perro grande. Hay una diferencia notable entre machos y hembras. El macho mide entre 53 y 60 cm a la cruz y pesa entre 20 y 30 kg. La hembra, por su parte, mide entre 50 y 56 cm a la cruz y pesa entre 13 y 23 kg.

El Husky pertenece al grupo 5 de la FCI: perros tipo Spitz y tipo primitivo. Lleva el número 270.